«Un gran signo apareció en el cielo: una Mujer, vestida del sol, con la luna bajo sus pies, y una corona de doce estrellas sobre su cabeza. […] La Mujer dio a luz un Hijo varón, el que ha de regir a todas las naciones» (Ap 12, 1.5a).

Un gran mosaico en el ábside acoge a los fieles que entran a la Catedral de Yaoundé, Nuestra Señora de las Victorias; obra del Padre Engelbert Mveng S.I., representa la Mujer del Apocalipsis con su Hijo. Esta es la imagen que hemos escogido como logo del Congreso Panafricano de laicos católicos “Ser testigos de Jesucristo en África hoy. Sal de la tierra… luz del mundo”.

Queremos expresar las razones de esta elección con las palabras del Santo Padre pronunciadas durante el viaje a Benin para la entrega de la Exhortación apostólica post-sinodal Africae munus: «En María, no sólo tenemos un modelo de perfección, sino también una ayuda para lograr la comunión con Dios y con nuestros hermanos y hermanas. La Madre de la Misericordia es una guía segura para los discípulos de su Hijo, que quieren servir a la justicia, la reconciliación y la paz. Ella nos indica con sencillez y corazón de madre la única Luz y la única Verdad: su Hijo, Jesucristo, que lleva a la humanidad hacia su plena realización en el Padre» (Benedicto XVI, Discurso en la visita a la Catedral de Cotonou, 18 de noviembre de 2011).

El autor

El padre Engelbert Mveng (1930-1995), nacido en Yaoundé, Camerún, fue el primer Jesuita africano. Verdadero hijo de San Ignacio y de África, fue un gran estudioso, se ocupó de historia, antropología y teología, muy comprometido además en el tema de la inculturación; promovió un renacer africano, fue hábil educador además de artista con gran capacidad de expresar en imágenes la espiritualidad de las gentes de Africa. Padre Mveng ha dejado un rico patrimonio tanto artístico como intelectual.